domingo, 30 de octubre de 2011

¡Adiós! Padres y hermanos

( version final 5ª entrada)
En toda la noche no pude dormir  porque no tenía sueño, solo preocupación. Estaba tan triste por lo que  iba a suceder hoy al amanecer, pero entendí que no había nada que yo pudiera hacer y lo único que me quedaba era recordar los momentos muy felices que viví al lado de mi familia los cuales jamás se volverían a repetir. 

Hoy al amanecer, cuatro soldados llegaron al alberge, donde  vivíamos (temporalmente). Ellos exigieron que mi hermano y yo nos despidiéramos de nuestra familia para acompañarnos  al campo de entrenamiento, y enlistarnos en el ejército. Mi madre comenzó a llorar amargamente al igual que mi padre, quien lleno de coraje e irá se opuso al mandato de aquellos soldados y sin pensarlo se lanzó sobre uno de ellos y comenzó  a golpearlo; los otros tres soldados no dejaron que continuara sujetando fuerte a mi papa y golpeándolo  brutalmente sin piedad hasta dejarlo casi inconsciente y empapado en sangre. Mi hermano y yo  tratamos de evitar la golpiza, pero al intervenir también  fuimos agredidos por los despiadados solados, pedí clemencia y piedad y acepte recibir el castigo en lugar de mi padre y soldados sonrieron y dijeron –jajaja basta con el castigo que han recibido tu padre tu hermano y tú no necesitamos matarlos para estar satisfechos, nosotros al igual que ustedes también somos víctimas en esto-  lo cual me dejó pensativo, pero mejor me  quedé callado.
Pude observar como mis padres lloraban demasiado porque nos alejaríamos de ellos. Mis hermanitos no  sabían que tal vez nunca nos volverían a ver, pero mi hermano y yo también llorábamos lágrimas de sangre pues ya nunca volveríamos a ver a nuestros padres y hermanos; nosotros anhelábamos  estar a su lado por mucho más tiempo, ver  crecer a mis hermanitos  y también casarse, que mis padres jugaran con sus nietos, y se llevaran bien las esposas de sus hijos y el esposo de su hija; son  ilusiones que siempre vivieron en mi corazón pero mueren en esta triste realidad. Mi pequeña hermanita me preguntó-¿volverán muy pronto para que jueguen con nosotros verdad hermano?- y yo respondí tristemente-claro hermanita volveremos muy pronto no te preocupes pronto seremos la familia que antes solíamos ser- ella no sabía que le estaba mintiendo, pero pude observar que sus ojos se llenaban de alegría al escuchar lo que le dije y sentí algo de tranquilidad.

 Abrasé muy fuerte a mis padres y a mis pequeños hermanos por última vez. Los soldados al ver el dolor y sufrimiento que teníamos no se opusieron a la despedida, pero después nos dijeron que ya era hora de marcharse; nosotros no podíamos evitarlo así que dijimos adiós a nuestros seres queridos.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Lagrimas del corazón

(versión final 4° entrada)

Las familias católicas se estremecieron al escuchar que se promulgo una nueva ley. Esta ordena que a partir de los seis años de edad, se les obligara a hombres (viejos o débiles) y mujeres a realizar trabajos forzados (esclavitud); pero a los hombres (jóvenes y fuertes) de seis a 21 años de edad serán  obligados a reclutarse en el ejército donde entrenaran y trabajaran  para servir a su Nación, e inmediatamente serán enviados  al campo de batalla.

Nosotros los jóvenes católicos no tenemos derecho a estudiar y se nos obligara a reclutarnos en el ejército. Estamos marcados con la frazada en nuestra frente con el símbolo de la cruz; lo cual quiere decir que nuestro destino esta sellado por el Gobierno y sus absurdas leyes. Nuestros padres serán esclavizados,  y maltratados por personas despiadadas; mis padres aun no aceptan la idea de que deje de estudiar la Universidad, tampoco yo, pero no podemos hacer nada para detener esta atrocidad.


Ayer, después de tanta preocupación pude ver a mi novia aunque solo fue por un instante. Observé que se encontraba atemorizada, nerviosa, triste y muy agotada pero lo que importa es que aún se encuentra con vida; lo cual me hizo muy feliz por un instante, incluso lloré de felicidad al ver que mis seres queridos aún se encontraban con vida. Esta felicidad no duro mucho tiempo, puesto que al día siguiente seria separado de mis padres al igual que miles de niños y adolescentes en el país;  mis padres comenzaron a llorar amargamente porque sabían que tal vez jamás volveríamos a su lado. Mi hermano Manuel de  17 años me abrazo y dijo-hermano no quiero formar parte del ejército y mucho menos quiero ser enviado al campo de batalla y morir en él, yo quiero estar junto a mis padres y mis hermanos, ¡hermano as que esto no suceda! Por favor- e inmediatamente comenzó a llorar, al verlos sufrir no pude contenerme y tambien empecé a llorar; no supe que decir, porque obviamente no podía hacer nada para que eso no llegase a suceder y solo del dije-no te preocupes hermano, papá y mamá al igual que nuestros pequeños hermanos estarán bien porque dios cuidara de ellos, además yo siempre estaré contigo y no dejare que nada malo te pase- mi hermano no dejo de llorar pero se tranquilizó un poco.

Al parecer esta noche no podré dormir por la tristeza que hay en mi corazón. ¡Maldición! ¿Porque nos está pasando esto a nosotros? No quiero que mis seres queridos conozcan el dolor y sufran por él.

domingo, 16 de octubre de 2011

¿Qué seguirá depués?

(Versión final 3° entrada)


No había escrito hasta ahora a causa del  pánico y miedo que se vive últimamente. Han pasado 6 días desde mi última narración; el  terror que se vive en todo el país es inimaginable. El Gobierno ha despojado a las clases sociales (baja y media) de sus propiedades y pertenencias, por ejemplo: le arrebato tierras de cultivo a los campesinos; y las personas como mi familia han sido desalojados  de sus hogares.

  Esta es una situación crítica, delicada e injusta. Cuando a las personas les quitaban sus pertenecias, ellos gritaban: los católicos también somos personas  y por lo tanto debemos ser tratados como personas, no como animales sin embargo a los soldados no les importaban lo que estaban gritando, ellos seguían cumpliendo las órdenes que les habían asignado, sin mostrar clemencia. Pero, esto no es nada, porque  las personas: homosexuales y discapacitadas o con algún síndrome serán ejecutadas la próxima semana, ya que el Gobierno así lo ha ordenado. ­-Esto es inaudito y totalmente repulsivo; no puedo creer que el Gobierno ordene que se lleve a cabo tal atrocidad-  dijeron  los  locutores en la radio; al enterarse de lo comunicado, el Gobierno ha prohibido la libertad de expresión, por ejemplo: la radio, la televisión y el periódico. En la radio se explicaba por qué las personas serían ejecutadas. El motivo es que: el Gobierno considera a estas personas como una vergüenza para la Nación, son culpables de la crisis del país, que no puede  progresar, además de infectar a la sociedad y las personas con capacidades diferentes son un estorbo para la Nación; esto es una terrible noticia para aquellas personas, no puedo imaginar el dolor que sienten ellos y sus seres queridos. ¡Maldito Gobierno!  ¿Qué es lo que pretende? ¿Acaso piensa acabar con la gente de este país lentamente, poniendo cualquier excusa absurda?

    No sé qué hacer, estamos totalmente acorralados; el pánico está en todas partes. Lo único bueno es que, aún estoy junto a mi familia; oí que algunos amigos piensan en huir  escapar de esta cruel realidad pero desafortunadamente no contamos con los recursos necesarios para poder hacerlo. ¡Maldición! ¿Qué es lo que haremos?  Estoy confundido y asustado, no quiero que les suceda algo malo a mis seres queridos. No eh visto a mi novia y no he podido localizarla, no sé  en dónde se encuentre ahora, no sé si está bien; no eh tenido la fortuna de abrazarla ni hablar con ella, en más de una semana; quisiera estar con ella en este momento y juntos hacer salir y escapar de esta realidad. Quisiera saber ¿cuáles son las verdaderas intenciones del Gobierno? por lo menos quisiera saber si sufriremos el mismo destino que las personas homosexuales y discapacitadas; si eso llegara a suceder tendré que pensar en algún plan para salir inmediatamente de este infierno.

domingo, 9 de octubre de 2011

Discriminación e injusticia

(Versión final 2° entrada)

Hoy observé demasiada injusticia en el camino hacia la Universidad. Los católicos pagaban más pasaje, que las personas de otra religión o soldados que se encontraban distribuidos en el D.F. Entonces le dije al chofer: Yo soy católico y  estudiante;  y él contesto: tienes que pagar el doble entonces  protesté: eso es injusto,  él dijo que si tenía algo más que decir, se lo dijera a los soldados que estaban  atrás de mí; entonces  me asusté por un momento pero después decidí pagar y no decir nada más.
Mientras viajaba en el autobús  con rumbo a la universidad;  escuché en la radio que él Gobierno acababa de anunciar un absurdo decreto que  consistía en  que: todos los católicos deben de tener una frazada en la frente, con el símbolo de una cruz, para diferenciarse de las personas de raza pura o de las autoridades.

 Al parecer, el Gobierno es muy selectivo con sus propios subordinados. En el ejército los soldados católicos son discriminados y maltratados física y psicológicamente y solo serán considerados  como parte de la Nación cuando  renuncien a su religión e ideales y juran lealtad al Congreso y al Presidente (ellos tienen el privilegio de poder cambiar su religión e  ideales,  por qué son parte del ejército y si son expulsados de él, entonces  el Gobierno  no contara con soldados suficientes para someter a la población).

Después de todo esto, logré llegar a la Universidad. Me paré frente a ella y quedé sorprendido; observé la situación y sentí miedo, por lo cual decidí regresarme a mi casa, donde me sentiría más seguro, por lo menos hasta que la situación se tranquilice un poco. Me pude dar cuenta de que algunos alumnos sentían lo mismo y también decidieron regresar  a su casa. Observé que en cada puerta de la Universidad había soldados; quienes intimidaban y menospreciaban a los alumnos y algunos católicos que pasaban por allí, porque nos miraban como si fuéramos criminales.

Al regresar a mi casa hablé de lo sucedido con  mis padres. Les aconsejé  que no llevaran a mis hermanos a la escuela. Yo les dije: es mejor esperar a que la situación se tranquilice un poco y estuvieron de acuerdo, también creían  que era lo mejor que podíamos hacer. Mi papá no fue a trabajar hoy, porqué  la fábrica va estará  cerrada hasta nuevo aviso, soló para aquellos que son  católicos. El Gobierno trata de presionarnos y acorralarnos para someternos  a su autoridad, es lo que dice mi Papá; desconozco qué pasara mañana, por lo tanto me quedare en casa con mi familia y pensaré en que voy a hacer para sobrevivir a este absurdo e injusto acontecimiento.

jueves, 6 de octubre de 2011

Preocupacion, miedo y dolor

(Versión final)

Hoy en la mañana estaba desayunando, cuando escuche una terrible noticia en la radio. Al escucharla, empecé a sentir una gran preocupación y miedo, pues ahora desconozco que nos pasara en los próximos años, meses o incluso días.


  Esta noticia es terrible e injusta, porque ahora resulta que el Congreso y el Presidente de la República, aprobaron las leyes de pureza racial, que sin duda alguna, tendrán consecuencias catastróficas. Ya había sucedido  este tipo de atrocidad. Hace algunas décadas, sucedió en Alemania cuando Hitler promulgó las leyes de Núremberg o leyes de pureza racial  entre los años de 1833 y 1838. Pero los tiempos cambian, la terrible tragedia que vivieron miles de judíos en Alemania, durante la dictadura de Hitler, ahora miles de mexicanos la viviremos. El Gobierno considera que los católicos que son profesionistas, obreros o estudiantes de cualquier clase social, son una raza inferior que ha impedido el desarrollo y progreso de la nación. Esto es exactamente lo que argumentaba Hitler y los nazis y lo utilizaron como pretexto, para acabar con los judíos.


  Me niego  a  creer, que esto esté pasando. Empiezo  a imaginar qué pasará con mi familia, mis amigos, mis seres queridos; esto es una pesadilla pero lo peor es, qué aún no ha empezado. El miedo va creciendo cada vez más; por qué el ejército empezara a distribuirse por todo el país. En las escuelas, los profesores considerados de raza superior (aria), tienen la autorización de examinar físicamente a niños y niñas. Ellos determinarán que niños o niñas pertenecen a la raza superior; como sucedió en Alemania. Esto implica que serán discriminados por los otros niños del colegio, incluyendo profesores.


  Mi hermana menor se llama Mariana; ella está estudiando en la primaria del pueblo, no quiero que sea discriminada y tampoco  maltratada,  por no ser de raza pura, ella tiene 7 años de edad. A su corta edad conocerá que es el sufrimiento al igual que Ángel, mi hermano de 4 años de edad, y miles de niños inocentes sufrirán de discriminación y racismo en todo el país. Con esta serie de sucesos, creo que entenderé  la desesperación y el dolor que sintieron  los judíos en Alemania. Me pregunto ¿Cómo es que un Gobierno democrático, se convierta en una dictadura totalitaria? Aun no tengo la respuesta, pero sé qué es el inicio de un doloroso y cruel futuro, para miles de personas como mi familia y como yo.


   Me iré a dormir, pero tengo que pensar  en ¿qué vamos a hacer?, ¿qué es lo que voy a hacer?,  para sobrevivir a este horrible acontecimiento, pero confieso qué desconozco lo que me pasara mañana, en el camino a la Universidad y como seré tratado en ella o qué cambiaran. Me niego a aceptar, esta terrible realidad, no puedo creer que  nuestros días estén contados.